Por: Giovanny Antonio Muñoz Ortega
Escuela La torre es una “institución” educativa ubicada en la comunidad de La Nueva Jerusalem, al occidente del municipio de Bello a tan sólo 30 minutos desde la estación Madera del Metro de Medellín; que, a pesar de la precariedad de sus instalaciones, esta escuelita ha sido la solución de cientos de niños de la comunidad para acceder a la educación básica primaria.
Manuel Antonio Acevedo Zapata, líder comunitario, víctima del desplazamiento forzoso de las AUC en el municipio de Segovia y residente de La Nueva Jerusalem desde hace seis años, ha sido un líder visionario que le apuesta a la educación como única vía de progreso y de cambio. Para promover el acceso a la educación ante las condiciones de pobreza extrema en la que muchos niños viven, hace tres años construyó la Escuela La Torre, dotándola con algunos enseres que puedan facilitar el acceso a la educación. "La pobreza que tiene el barrio me motivo a ayudar para que muchos niños puedan estudiar, de no ser así, ellos tendrían que ir hasta el barrio París a 45 cuadras de lejanía, exponiendo a los niños a un sin número de riesgos".
La escuela desde sus inicios tuvo el apoyo y participación de la Secretaría de Educación del Municipio de Bello, es así como los docentes hacían presencia en las instalaciones para impartir el saber, facilitando el acceso a la educación como garante de un DERECHO FUNDAMENTAL.
"Derecho a la Educación: Artículo 67 de la Constitución Política de Colombia.
La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente. El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica. La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos. Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo. La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley".
En contravía del artículo 67 y de los vientos de cambio que se manifestaban dos años atrás, los últimos seis meses la escuela es un simple y sombrío escenario, las puertas se han cerrado para los niños de La Torre pues, la Secretaría de Educación del Municipio de Bello no asignó docente y por ello muchos niños han tenido que emprender un largo camino hasta el barrio París para poder estudiar, algunos otros, por limitantes físicos y económicos, simplemente se quedan en casa a la espera de la reapertura de las puertas de la Escuela La Torre como única institución incluyente y asequible que hasta ahora los ha acogido y formado.
Por ahora don Antonio, junto con los demás líderes y vecinos de la comunidad, siguen a la espera que la Secretaría de Educación del Municipio de Bello escuche su clamor, la necesidad manifiesta de otorgar un nuevo docente para arrancar de las manos de la violencia a todos estos jóvenes y niños vulnerados, víctimas del conflicto armado de un país, que tienen puestos sus sueños en la educación como única vía de cambio.
Opinión publicada en el portal informativo El Bellanita
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