sábado, 21 de noviembre de 2009

Residentes de la noche


Por: Giovanny Antonio Muñoz Ortega
Correo electrónico: giovannymunozo@gmail.com
@gmunozo

    “Pasado es pasado” asegura Isabel Vargas con nostalgia cuando 44 años atrás una oferta laboral en compañía de su esposo los hizo llegar al barrio Niquía. Un lugar tranquilo y prometedor encontraban en el, para la formación y el libre desarrollo de sus hijos. Hoy poco queda de ese pasado, solo se prevé un futuro con sueños y anhelos truncados.

    Bello, municipio al norte del Valle del Aburra, con una población aproximada de 354.925 habitantes, es considerado el municipio no capital del departamento más poblado de Colombia. Actualmente es el foco de atención para la inversión en proyectos industriales y comerciales, como lo muestra la llegada de grandes almacenes de cadena y franquicias de grandes marcas “El voto de confianza que depositó en Bello Almacenes Éxito está dando sus frutos. Su apuesta fue brava, al lanzarse a la conquista de un mercado dominado esencialmente por los estratos populares. Sin embargo, venderles a los pobres es un buen negocio, pues para ellos también están abiertas de par en par las puertas del progreso.

    Que eso es así lo demuestra la llegada de comerciantes de gran talla a las tierras bellanitas. Los más conocidos son los casos de Carrefour, Homecenter y Flamingo.”[1]

    “Con la llegada del Éxito el barrio cambió” asegura Isabel sin titubear, al ver como el sector siendo simple y popular, paulatinamente se transformaba en una ciudadela concurrida y transitada. Es tan notorio este cambio, que en respuesta a ello cualquier casa, cual esquina es propicia para montar un negocio y hacer parte de la nueva oleada comercial.

    La vivienda de Isabel está ubicada en la Diagonal 55 42 10,y tan solo unas hiladas de ladrillo de aproximadamente 20 cm de grosor la separan de un local comercial nocturno catalogado como discoteca.  


    Que no llegue le noche
    Isabel, en compañía de sus dos hijos, Liliana y Jorge Arredondo, relatan cómo son sus noches de lunes a lunes, noches que deberían ser sinónimo de descanso, del compartir y dialogar en familia; pasan a ser tan solo un anhelo al estar involucrados en medio de un interminable ruido, música a alto volumen, el consumo de alcohol, drogas y el comportamiento desenfrenado de quienes acuden a esta discoteca, escenario que contrasta con el sueño de algunos y el deleite de otros.  

    “Quisiéramos que la noche no llegara, porque con ella se da inicio a un amargo despertar”, asegura Jorge, quien activamente ha apelado a los derechos que la ley le otorga, tratando de abarcar y encontrar una posible solución ante las entidades administrativas locales.


    La acción popular
    Benjamín Porras, Presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Niquía, en respuesta a las constantes inconformidades de los habitantes de la zona y en representación de ellos, ha interpuesto recursos de ley  frente  a la Secretaría de Gobierno, Secretaría de Tránsito y Transporte, y Espacio Público, con el fin de obtener una solución ante dicha coyuntura.

    Hasta ahora no se ha obtenido una respuesta oficial  por parte de las entidades anteriormente mencionadas y  ante la negativa del cierre total de este tipo de establecimientos, se ha avanzado en la implementación de controles para aminorar el impacto de estos locales comerciales en el sector, como constantes patrullajes de la policía y agentes de tránsito; control sobre el espacio público, restringiendo el parqueo de vehículos sobre andenes peatonales; control de emisión de ruido, permitiendo el uso de los bafles únicamente al interior de las discotecas; sobre el consumo de alcohol, drogas y los escándalos públicos, el control es mínimo, asegura Benjamín, ante el descontento y la impotencia de no poder hacer nada más, y agrega “El que no esté a gusto en el barrio, lastimosamente tiene que considerar la idea de irse para otro lugar”.


    La administración
    Edgar Callejas, líder político del municipio de Bello, asegura que: “Bello es el nuevo norte, y no nos podemos negar al cambio, un cambio que trae consigo bienestar y desarrollo para todos”, y es ante este vertiginoso cambio y crecimiento, que el Consejo Municipal por medio de acta pública, declara al barrio Niquía comprendido entre las diagonales 55, 56 y 57 como una Zona Mixta. “Comprendemos la inconformidad que se presenta entre los habitantes, pero debemos generar políticas de desarrollo de modo que se garantice la sana convivencia entre residentes y comerciantes, y así todos contribuimos al progreso del municipio y la región.”

    En consecuencia a tal declaración, el hecho generador de industria y comercio en el ámbito residencial se encuentra legalmente constituido y no debe representar un factor alarmante entre todas las partes de la comunidad.

    No obstante,  para Isabel y su familia la estadía en casa es cada vez más intolerante y al conocer el nombramiento oficial de la zona, reiteran su afanosa necesidad de tomar una medida definitiva, cambiar de barrio.



    [1] JIMÉNEZ MORALES, Germán. Inversiones van a mil. [Artículo de prensa]. Publicado en 2008. Disponible en <http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/I/inversiones_van_a_mil/inversiones_van_a_mil.asp>. Consultado, 19 de noviembre de 2009.